Criatura irresistible, nube, voz de mi sueño,
suave espejo nupcial, escúchame en tu vida,
víveme con tu vida, ámame con tu amor
y déjame a tus plantas como raíz despierta.
Eres el árbol vivo de mi antiguo paisaje,
criatura hecha de amor, amorosa criatura;
eres la estatua dócil y la violenta lluvia,
y eres canto y silencio en mi templo de carne.
Criatura, piel de mi alma y sangre de mis labios;
deja que mi dolor se apoye en tu valiente
y clara juventud; deja que mis deseos
sean el vivo reflejo de tu proprio deseo.
Criatura hecha de besos, criatura siempre mía:
una orquídea en tu cuerpo me llama desde siempre,
y yo la bebo entera con mis labios-cuchillos
y me muero de fiebre sobre tu pecho abierto.
Eres diosa en mi sueño, hembra de mi delirio,
espejo de mi piel y azucena en mis brazos.
Déjame ser la espina nupcial y soberana
de tu soberbia vida. Déjame ser felíz.
Efraín Huerta
en Permiso para el amor
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